jueves, 13 de junio de 2013

5 sentidos

Al final, la superficialidad está mas que aceptada:
Te miro y me gustas. Te escucho y me gustas. Siento tu piel, inexplicablemente suave, y me gustas más. Ni si quiera puedo nombrar el momento en que te pruebo y mis labios son fénix y me gustas como si por primera vez me gustaras. El problema es olerte, olerte significa hacer solo una cosa a la vez. Y cada vez que te miro, te escucho, te siento y te pruebo, tu gusto y tu perfume me ponen pausa, y me gustas como si no hubiera otra opción.
Pero al final, sos sólo una escena del teatro San Martín.

S.L

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