Philomène

Una noche sin dormir es mas que suficiente para aprender todos tus recovecos. Somos parecidas, similares, casi exactas.
Podría adivinar que en este mismo instante estas escuchando Edith Piaf. Si levantas la vista te ves a vos misma en un espejo o en dos. Preferís tomar un café con leche a la madrugada, porque sabes que en el desayuno vas a estar sola de nuevo, y se te enfrían los pies si salís de la cama. Ya hiciste una lista de suposiciones sobre el amor ideal y tus únicas conclusiones son que no existe. Así y todo, mañana te sentas en el mismo árbol, a la misma hora, a esperar que esa silueta que vivís imaginando tenga ojos. Ojos profundos esos en los que se puede pescar.