Reconstruir el momento exacto en que el tren del subte te intercepta violentamente obligando a las cabezas mas ensimismadas a generar esa distancia entre lo cerebral y lo corporal, ese golpe ruidoso sumado a la suave música que se escapa del saxofonista que exclama algún tema sutil que inmediatamente te retracta a tu infancia ineludible acompañado del que si es un nene e insiste en darte la mano, en saludarte mientras camina desclazo por los andenes sucios reclamando una propina de lo que el estado le maldistribuyó, reconstruir ese instante tan sólo así, como tu día a día mas inmediato y aceptar este cardumen de informático mientras sacas tu celular del bolsillo y respondes riéndote a cualquier cosa que te hayan dicho porque no importa, con esa respuesta siempre alcanza.
S.L.
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